miércoles, 5 de julio de 2017

Jean Francois Lyotard y la posmodernidad

Queridos alumnxs: Terminamos con Anthony Giddens y su Consecuencias de la Modernidad. Nos toca ahora ver a Lyotard y su postura respecto de la posmodernidad. Cito textual: "Jürgen Habermas (lo había reconocido ya) piensa que si la modernidad ha fracasado, ha sido porque ha dejado que la totalidad de la vida se fragmente en especialidades independientes abandonadas a la estrecha competencia de los expertos, mientras que el individuo concreto vive el sentido"desublimado" y la "forma desestructurada" no como una liberación sino en el modo de ese inmenso tedio acerca del cual, hace ya más de un siglo, escribía Baudelaire". Antes de ir a la bibliografía obligatoria, les dejo la biografía escueta del autor: (Versalles, 1924 - París, 1998) Filósofo francés. Colaborador del grupo Socialismo o Barbarie, sus obras se encuadran en el freudomarxismo (Discurso, figura, 1971; A partir de Marx y Freud, 1973). Crítico de la razón ilustrada (La condición posmoderna, 1979), es también autor de El entusiasmo (1986).De formación fenomenológica, después de ejercer como profesor durante algunos años en institutos y de practicar el activismo político y teórico con el grupo Socialismo o Barbarie, impartió clases de filosofía como profesor ayudante en la Sorbona y en la Universidad de Nanterre. En su primera obra, La fenomenología (1954), entabló una polémica con las teorías semióticas y estructuralistas. Lyotard criticó la supremacía que toda la tradición filosófica occidental desde Platón ha concedido al discurso. En Discurso, figura (1971) mostraba la existencia de un espacio alternativo al discursivo-representativo: se trataba de un espacio figurativo en el que la esencial opacidad de las imágenes que lo constituyen oponía resistencia a cualquier intento de traducirlas en términos discursivos y comunicativos. Esta irreductibilidad de lo figurativo, que emerge con particular energía en el arte moderno, se halla relacionada con la necesidad de una nueva formulación del fenómeno de la modernidad. A través del análisis de este fenómeno, mediante un pensamiento afirmativo basado en el deseo (Economía libidinal, 1974), se hace explícita su crítica a la teoría de Marx sobre la alienación que produce el capitalismo. De hecho, no se trata de buscar una alternativa única a la constante y progresiva desnaturalización generada por el capital, sino de demostrar cómo, debajo de este último, actúa una economía del deseo que da lugar a varias pulsiones. Con La condición postmoderna (1979), superó este planteamiento: la época posmoderna se caracteriza por la decadencia de la legitimación de varios niveles de existencia a través de los "grands récits" y por la emergencia de una multiplicidad de lenguajes irreductibles entre sí. A través de la elaboración de una teoría del lenguaje que se basa en la constatación de la inconmensurabilidad de los múltiples juegos lingüísticos, llegó a defender la necesidad de formular una nueva teoría del juicio de valores, partiendo del modelo kantiano. Otros títulos de su producción son A partir de Marx y Freud (1973), Instructions païennes (1977), Au just (1979, en colaboración con Thébaud), El desacuerdo (1983), El entusiasmo (1986) y Moralidades posmodernas (1993).

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